El origen del Masaje es mucho más antiguo de lo que se creía hasta la fecha
Barbara Bock una investigadora del CSIC ha encontrado en la antigua Mesopotamia el origen datado del masaje en un libro escrito en sumerio y acadio.
El origen del masaje es como buscar el origen de la alimentación, existe desde tiempos prehistóricos, con orígenes en países de Asia y Europa. Algunos escritos sobre masajes fueron realizados por médicos y eruditos en el año 2500 a.C. Los seguidores de Hipócrates (considerado el padre de la medicina) también mencionan textos sobre masajes en el siglo V a.C. El término griego anatripsis que significa “frotar presionando el tejido” fue utilizado por Hipócrates y posteriormente traducido al latín frictio, que significa “fricción”. ”, término que prevalece desde hace muchos años.
Inicialmente, en el origen del masaje, este se utilizaba con fines terapéuticos como promover el bienestar físico y mental. Hoy en día todavía se utiliza mucho como forma de masaje relajante con los mismos fines. Su popularidad se debe a que es una de las formas más sencillas de brindar innumerables beneficios y se puede hacer solo con las manos.
Masaje Modelador un masaje con origen en Grecia
El masaje modelador es un derivado del masaje clásico, ya que utiliza los mismos principios, pero con presiones, ritmos y velocidades más intensas. El objetivo principal es ayudar a moldear el cuerpo ya que llega a capas profundas de la piel, provocando hiperemia (aumento del flujo sanguíneo en una parte del cuerpo) y acelerando así el metabolismo (provocando un mayor gasto energético). También mejora la oxigenación de los tejidos y favorece la lipólisis; en consecuencia reduce medidas y remodela el cuerpo.
Masaje: descubre el tipo ideal
Descubre los beneficios de los diferentes masajes para tu salud.
Mantener el equilibrio de cuerpo y mente es muy importante para afrontar el día a día con tranquilidad y eficacia. Sin embargo, el estrés en el trabajo, las prisas de la rutina e incluso algunas enfermedades pueden provocar tensión muscular, dolores corporales y cambios de humor. La buena noticia es que es posible aliviarlo todo de una forma sencilla: mediante masajes.
En principio, los masajes consisten en aplicar una serie de presiones en diferentes partes del cuerpo, con distintas intensidades y direcciones. Los movimientos se pueden realizar con ayuda de manos, brazos, piernas o herramientas específicas, como rodillos, piedras y masajeadores.
El mayor desafío para quienes buscan este tipo de tratamiento es elegir la técnica ideal, ya que existen más de cien métodos diferentes. Cada procedimiento tiene principios, objetivos y beneficios únicos que van desde la relajación hasta el alivio del dolor y otros síntomas.
Por eso, para ayudarte a encontrar la versión que mejor se adapta a ti, hemos elaborado una lista con algunos de los principales tipos de masajes y las ventajas de cada uno.
Masaje relajante: potente contra el estrés
Uno de los tipos más populares es el masaje relajante. Esta opción es ideal para aliviar la tensión muscular, calmar la mente y recuperar los niveles de energía después de un día agotador. La técnica implica movimientos ligeros y lentos por todo el cuerpo, centrándose en la espalda, el cuello y la cabeza.
Además de relajar los músculos, este masaje estimula la liberación de sustancias relajantes en el cuerpo. Al finalizar la primera sesión ya se puede notar una sensación de bienestar, disposición y tranquilidad. Esto ocurre debido a la liberación de los neurotransmisores dopamina y serotonina, que ocurre de forma natural. Sin embargo, los resultados pueden ser aún más satisfactorios después de un tiempo de tratamiento.
Masaje relajante con aromaterapia el origen del masaje con aromaterapia parece estar en Egipto
El masaje relajante también se puede realizar junto con la aromaterapia. En este caso, el profesional combina la acción de los aceites esenciales terapéuticos -aplicados sobre la piel o vaporizados en el ambiente- con los efectos de los movimientos sobre el cuerpo.
Las esencias son capaces de estimular regiones específicas del cerebro y mejorar el estado de ánimo y la memoria, además de reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
El Shiatsu está indicado para reducir los dolores musculares. El origen del masaje Shiatsu es Japón
Otra técnica recomendada para reducir la tensión en los músculos es el shiatsu. El profesional puede utilizar sus manos, codos o rodillas para ejercer presión sobre el cuerpo, especialmente en las zonas que presentan molestias musculares.
Los movimientos de Shiatsu ayudan a liberar nudos de tensión y hacer fluir la energía del cuerpo a través de canales energéticos, llamados meridianos. De esta forma, aportan relajación y restauración de todo el cuerpo.
El shiatsu se recomienda para quienes padecen dolores de cabeza, migrañas, calambres menstruales y estreñimiento. También puede ayudar a combatir la artritis, el dolor de espalda, el dolor de cuello e incluso acelerar la recuperación de lesiones.
El drenaje linfático ayuda a reducir la hinchazón. Un masaje con origen en la India y Occidente
Si el objetivo es reducir la retención de líquidos y mejorar la circulación sanguínea, el drenaje linfático es sin duda una gran alternativa. Este tipo de masaje dirige los fluidos corporales a los capilares, donde serán eliminados.
Además de reducir la hinchazón y ayudar a reducir medidas, el drenaje linfático puede combatir la celulitis, la flacidez, las ojeras, la grasa localizada y las estrías. Todo ello fortaleciendo el sistema de defensas del organismo.
Esta técnica también se puede utilizar para reducir el edema y la retención de líquidos después de la cirugía. En este caso, es imprescindible consultar con un fisioterapeuta antes de iniciar las sesiones para conseguir los resultados esperados y sobre todo, evitar complicaciones.