¿Necesitas
comprarte algo?, ¿un capricho
para tu cumpleaños o un regalo
especial? Todo lo que quieras y más
lo vas a poder conseguir en los mercadillos
de Tenerife.
Sí, en esas largas hileras de
puestos podrás encontrar casi
de todo: ropa, complementos, regalos,
adornos, antigüedades, comida y
un sinfín de objetos que te serán
difíciles de descubrir en la
tienda de tu barrio.
Es el momento de ir en busca de la ganga.
Las únicas rebajas que se mantienen
a lo largo de todo el año están
aquí.
Los mercadillos se han convertido en
parte viviente de las ciudades y pueblos.
Pasan a formar parte de las rutas turísticas
de las grandes urbes, pero también
de las localidades más pequeñas.
Es el momento de ponerse ropa cómoda
y de adentrarse en el bullicioso mundo
de los mercadillos.
Puedes, incluso, aplicar el viejo truco
del regateo. Si te funciona, además
de habértelo pasado bien comprando,
habrás conseguido ahorrarte un
buen dinero. De paso, si te encuentras
cansado y sin fuerzas de tanto paseo,
seguro que encuentras algún puesto
de fruta para recuperar fuerzas y seguir
adelante.
Todo lo que quieras lo encontrarás
allí, entre puestos de ropa de
segunda mano, orfebrería, ropa
interior, discos de vinilo, zapatos
o libros de ediciones inexistentes.
Una mezcla de gente, sabores, ritmos
y olores diferentes.
Los mercadillos se convierten en símbolos
culturales que interrelacionan a una
gran multitud de personas. No puedes
perder la ocasión de comprar
ese regalo tan especial que no eras
capaz de encontrar en una tienda convencional.
O de probar los olores del incienso,
los perfumes y jabones hechos a mano.
Son verdaderos trabajos de artesanía.
Comprar regalos cuando estas de viaje.
Las tiendas de los hoteles suelen tener
los mismos artículos que en otros
puntos de la ciudad, pero dos o tres
veces más caros, así que,
déjate aconsejar por la gente
de la calle y busca esos mercados populares
o los barrios a los que no suelen ir
los turistas.
Es allí donde encontrarás
los mejores precios y la mayor calidad.
Ya no hay excusa para resistirse a la
tentación de comprar un modelo
del estilo al que te cautivó
en el escaparate de esa tienda elegantísima,
más aún sabiendo que nos
va a costar incluso hasta veinte veces
menos.
Elige otras formas de comprar, ahorra
y diviértete en los mercadillos.
Eso sí, no te olvides de madrugar
porque las mejores gangas desaparecen
en seguida.. |