“La
Frontera tiene uno de los índices
más altos de envejecimiento
de todo Canarias”,
esta una de las conclusiones extrapoladas
del Estudio que la Concejalía
de Servicios Sociales hará
público el próximo
28 de septiembre a las 10 de mañana
en el Salón de Plenos de
este ayuntamiento.
Salud, indicadores depresivos, dependencia
funcional y ocio que presentan las
personas mayores de 65 años
del Municipio de La Frontera, es
el título del mismo, realizado
con la colaboración de la
Universidad Nacional de Educación
a Distancia, de los propios mayores
y de sus familias, con el objetivo
de analizar la necesidad de asistencia
o ayuda que presenta este colectivo.
Entrevistada una gran parte de la
población mayor del municipio,
la muestra realizada ha permitido
un margen de error mínimo,
tan sólo el 2%, en este trabajo
se determina el grado y el tipo
de dependencia de nuestros mayores
así como sus necesidades
reales. Para darlo a conocer se
ha invitado a los representantes
de varios colectivos con la idea
de enriquecer las propuestas de
acción futuras.
Según el concejal responsable
Antonio Casañas, uno de los
efectos positivos del mismo es que
el ayuntamiento dispone actualmente
de una base de datos con los resultados,
lo que permite conocer la situación
de cada persona y las necesidades
que presentan en cada momento. Además
servirá de punto de referencia
para planificar las actuaciones
y los servicios necesarios que garanticen
su bienestar social.
El Estudio está dividido
en cinco ámbitos que engloban
diferentes aspectos y que revelan
un alto porcentaje de personas que
necesitan algún tipo de ayuda
en las labores domésticas
y también ayuda terapéutica.
Además se reflejan distintas
carencias como la inexistencia de
planificación de ocio para
estas personas o, incluso, la existencia
de lugares específicos para
el mismo.
El primero de los ámbitos
que se proponía a la población
mayor de 65 años, recogía
información sociodemográfica,
sus datos personales como nombre,
domicilio, sexo o nivel de estudios,
entre otros. El segundo se refiere
al tema de salud, enfermedades y
discapacidades. Los indicadores
depresivos se analizan en el tercer
ámbito, relacionados en la
inmensa mayoría de los casos
con el cuarto apartado relativo
a la Dependencia Funcional y en
el que se valoran las actividades
instrumentales cotidianas como usar
el teléfono, el transporte
o ir de compras, aspectos imprescindibles
para que la persona viva de forma
autónoma y adaptada a su
entorno.
El ocio también forma parte
de este estudio, a qué dedican
el tiempo libre nuestros mayores
es otro de los parámetros
del estudio que refleja diversas
carencias.
La
dependencia es un fenómeno
presente en todos los grupos de
edad, no es exclusivo de las personas
mayores. Este trabajo servirá
de punto de reflexión sobre
la situación que viven las
personas dependientes en una sociedad
en la que la estructura familiar
cambia y la población envejece.